Puede sonar raro, pero sí, siempre me ha gustado estudiar y aprender cosas nuevas cada día. Año tras año, entre compañeros, libretas, libros, apuntes, lápices, horas de estudio, etc. iban sucediéndose bonitos momentos que hoy se convierten en recuerdos y situaciones vividas muy positivas para mí, para mi aprendizaje y mi crecimiento tanto personal como profesional. Una enseñanza que hoy en día muchos jóvenes no saben aprovechar y que en su futuro, tarde o temprano, algunos se arrepienten de ello.
Desde pequeño siempre me gustó escribir, dibujar y averiguar el ¿por qué? de muchas cosas pero sobre todo, siempre me gustó transmitir, compartir sentimientos, emociones, pensamientos, información… y todo eso, gracias a medios tan conocidos como la televisión y la radio, hoy en día infravalorados por muchas personas.
Aún así, no dejo de recordar las horas y los grandes momentos que compartí y comparto junto a ellos, pues consiguen sacar mis sentimientos a flote y hacerme disfrutar, ya de pequeño, de series míticas, programas infantiles y educativos e incluso de los informativos, puesto que siempre he pensado que hay que estar informado de la actualidad y la realidad.
Primaria, ESO, Bachiller… iban transcurriendo mis etapas educativas y por fin llegaba la más esperada, llegaba lo que siempre había deseado: acceder a la universidad y estudiar aquello que de verdad me motivaba y me inquietaba. Decidí matricularme en Publicidad y RR.PP., una licenciatura en la que descubrí y gracias a ella sigo descubriendo, un mundo desconocido para mucha gente y a su vez, un mundo del cual todas las personas creen saber: ¿Publicidad? ¿Qué haces anuncios para televisión? ¿Y para eso hay que estudiar?
Señores y señoras, sí, hacemos anuncios de televisión (entre otras muchas cosas) y sí, para eso hay que estudiar. Gracias a nuestro trabajo usted muchas veces, sin quererlo, se ve influenciado/a y acepta aquello que se le recomienda, gracias a nuestro esfuerzo muchas empresas aumentan sus ingresos, gracias a nuestro sacrificio muchas empresas abren nuevos mercados, gracias a nuestros estudios muchas empresas descubren un mundo que dicen conocer pero que realmente, se les queda grande.
Sí, soy Publicitario, he estudiado 5 años para conseguir un título, un diploma que va más allá de simples spots televisivos, pues hay vida también en cuñas radiofónicas, en marketing tan sencillo y directo como el que usted recibe en su buzón o incluso, en eventos corporativos que transmiten toda una filosofía empresarial.
Y por descontado, no puedo olvidarme del gran «boom»: Internet y las redes sociales, un océano lleno de marcas y empresas luchando por conseguir su hueco, un hueco y una posición que no todo el mundo sabe cómo alcanzar, y ahí entra en función el marketing online, saber qué investigar, qué analizar, qué se desea conseguir, explotarlo y mantenerlo, algo que muchas empresas no saben cómo llevarlo a cabo.
Toda persona, empresa o marca puede estar en Internet, pero no todas saben cómo hacerlo. Fijar unos objetivos, marcar una estrategia para alcanzarlos y tener mayor presencia y mejor posición en Google, también forma parte del trabajo de un publicitario dedicado al marketing y la comunicación.